Economía, Comercio y Pobreza en México en la Primera Década del Siglo XXI
Resumen
En el trabajo se hace un análisis de la dinámica económica, niveles de comercio y pobreza de México. Por medio de un proceso de apertura económica y comercial con el exterior desde finales de la década de los años ochenta, México pasó de una economía proteccionista a una de mayor apertura, logra avanzar en la transformación de su estructura productiva, teniendo tasas de crecimiento económico en promedio de 2.8% de 1990 al 2013. Dos décadas con un crecimiento bajo de acuerdo a las necesidades que se tienen de empleo, y para incrementar la riqueza de la sociedad, en la cual viven más de 50 millones de pobres, entre ellos se encuentran 13 millones en pobreza extrema.
Abstract
Throughout this research, economic dynamics, trade levels and poverty in Mexico shall be deeply examined. Initiated a process of economic and trade openness to the outside from the late eighties, from a protectionist economy to a more open, achieves progress in the transformation of its productive structure, taking growth rates on average 2.8 % from 1990 to 2013. Two decades with low growth according to the needs that have jobs, and to increase the wealth of the society in which they live more than 50 million poor people, among them are 13 million in extreme poverty.
Keywords:
Institutions, Economy, Trade, PovertyInstituciones, Economía, Comercio, Pobreza
Ⅰ. Introducción
México desde mediados de la década de los años ochenta, ha iniciado un profundo proceso de transformación económica que ha tenido como objetivo cambiar el funcionamiento y operación de la estructura productiva. Pasó de una economía estatista sobre regulada, a una economía privatizadora y de mercado abierto a la competencia internacional, trayendo consigo que el Estado con las instituciones que lo conforman, impulse políticas encaminadas a la promoción de más competidores en el mercado.
En la actualidad México tiene firmados 10 Tratados de Libre Comercio (TLC) que dan acceso preferencial a los bienes y servicios con alrededor de 45 economías del mundo. De igual manera ha signado 30 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRIs), así como 9 Acuerdos de Complementación Económica y Acuerdos de Alcance Parcial en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), situación que permite la libre movilidad de mercancías (SE, 2014), y un mayor flujo en el movimiento de capitales, ubicándose entre las economías con mayor apertura externa. Es miembro de Organismos Internacionales que respaldan la liberalización de los mercados, a partir de 1985 las decisiones en materia comercial son sometidas primeramente a los panales internacionales del GATT y desde 1995 a la Organización Mundial del Comercio.
Con la implementación de TLC y APPRIs, emprende políticas de apertura económica y comercial, tratando de mantener mayores niveles de competencia internacional. El crecimiento de la oferta presiona la estructura económica doméstica, obligándola a mejorar sus procesos, bienes, y precios, generando condiciones de mayor aprendizaje de las reglas del mercado para el funcionamiento de los negocios (Licona 2011).
La dinámica seguida por México muestra que la economía mantiene un crecimiento, el cual no se refleja en un incremento en el ingreso per cápita, asimismo los niveles de empleo no crecen y la pobreza acompaña al 46% de los mexicanos.
La investigación se encuentra estructurada en tres apartados, el primero es un sustento teórico, en el segundo se analiza la dinámica económica y comercial, el tercero el desempleo y la pobreza, posteriormente se presentan las reflexiones finales.
Objetivo, analizar el crecimiento económico, niveles de comercio y pobreza en México durante los años de 2000 al 2013.
Ⅱ. Sustento teórico
Las normas y políticas que implementan los gobiernos a través de sus instituciones determinan el desempeño de la estructura productiva, y son la clave para entender las interrelaciones entre los diversos actores económicos, políticos y sociales, que a través de sus acciones estimulan o frenan los niveles de crecimiento, así como la competitividad.
Los planteamientos del institucionalismo, destacan que es por medio de los individuos y su interacción como se da forma a las instituciones, en tanto que las condiciones socioeconómicas moldean las preferencias de los individuos. El individuo es el productor como el producto de sus circunstancias, es por ello necesario que los países diseñen normas y políticas para impulsar mejoras en sus procesos que alteren los niveles de competitividad e impulsen el incremento económico (Grindle 2002).
Las instituciones permiten entender el desempeño económico y juegan un papel transcendental en la evolución de los países. Se encargan de proteger los derechos de propiedad, estimulan la producción y la inversión en el desarrollo de tecnología. Douglas North (1993) plantea que las instituciones son un conjunto de reglas, procedimientos de aceptación y cumplimiento que restringen el comportamiento de los individuos con el objetivo de maximizar la riqueza o la utilidad. Las instituciones reducen la incertidumbre al proporcionar una estructura a la vida diaria, ejemplo, los factores institucionales como las regulaciones gubernamentales, los impuestos, la infraestructura y la estabilidad política son decisivas en el desempeño económico en el largo plazo.
En México a comienzos de los años ochenta, las bases sobre las que descansaba la estructura productiva cambia y el modelo de sustitución de importaciones (MSI), que se aplicaba desde los años cuarenta, fue eliminado. El MSI no fomentó la competitividad de la estructura productiva por el proteccionismo que existía por parte de las instituciones económicas y financieras, generando una alta dependencia tecnológica del exterior, así como de divisas y créditos de las empresas por parte del estado. Por lo tanto, para solucionar los problemas que este modelo había acarreado y que impactaban en la falta de competitividad de la estructura productiva, era necesaria la apertura.
Al abrirse la economía, se transforman las instituciones sus normas y políticas en apoyo de una economía de mayor apertura, tratando de incrementar los niveles de competitividad por medio de la existencia de un número mayor de oferentes y demandantes que involucra a todos los países del planeta, lo cual conlleva a que el Estado sea un gendarme y promueva a través de un marco legislativo, instituciones que generen las condiciones necesarias para que los mexicanos, y sus empresas logren insertarse competitivamente en un mundo donde las barreras al comercio e inversiones pierden fuerza, dando paso a un mundo que abre sus fronteras tratando de dinamizar las transacciones de bienes y servicios.
La implementación de diversas políticas y normas para maximizar la riqueza de la sociedad e incrementar los niveles de competitividad en México, logran incrementar las exportaciones e importaciones teniendo una mayor participación en el comercio internacional (cuadro 1). Las instituciones económicas continúan reduciendo y eliminando aranceles para facilitar la entrada y salida de mercancías que se conectan con los mercados internacionales.
La dinámica en la economía internacional, transforma procesos del sector exportador e importador mexicano, los cuales no logran concatenarse con un alto porcentaje de la población mexicana que vive en pobreza, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), continúan rezagos en segmentos de la población que oscilan entre un 45% y 46% siendo en número absoluto entre 52 y 53 millones de mexicanos, asimismo en estos grupos tenemos a los que se encuentran en pobreza extrema, es decir aquellos que tienen problemas de vivienda y para conseguir sus alimentos, representando entre el 9% y 11% de la población que en número absoluto se acercan a los 13 millones de habitantes (CONEVAL 2014). Para mejorar las condiciones de estos grupos de población vulnerables es necesario que las instituciones diseñen mecanismos soportados en políticas que permitan al país transformar procesos y bienes que incentiven el empleo entre las clases menos favorecidas.
Ⅲ. Dinámica comercial y económica
En México entrado el siglo XXI se cuenta con instituciones que diseñan políticas y normas para lograr una mayor competencia, la estrategia es liberalización y apertura en las fronteras que incrementen el volumen de comercio, y el crecimiento económico.
En el cuadro y gráfica 1, se puede observar que en México las transacciones comerciales crecen, en los primeros años de la segunda década del siglo XXI, el volumen comercial duplica al que se tuvo durante la década de los noventa. En 1993 el comercio total sumó 117,252,514,000 (ciento diecisiete mil doscientos cincuenta y dos millones quinientos catorce mil dólares), para el año 2000 la cifra fue superior a los 340 mil millones de dólares, en 2013 supera los 761 mil millones de dólares, lo cual muestra que el país de México tiene una mayor participación en los mercados del mundo, que favorecen la dinámica económica y comercial, porque sus principales socios en lo que se refiere a las exportaciones son Estados Unidos y Canadá, con referencia a las importaciones es Estados Unidos, China, Corea del Sur, Japón, Alemania y España.
La dinámica en el crecimiento del comercio, influye para que la producción de bienes y servicios se incremente, en el caso de México el PIB mantiene un comportamiento positivo, con excepción de los años de 1995, 2001 y 2009 (cuadro 2).
De acuerdo con los datos del cuadro 2 y gráfica 2, se observa que la economía ha logrado en promedio un crecimiento del 2.8% de 1990 a 2013, cifra que no logra involucrar a los aproximadamente 13 millones de mexicanos que se encuentran en pobreza extrema (gráfica 5), asimismo no alcanza para incrementar el ingreso per cápita el cual no llega a los 15 mil dólares anuales (gráfica 3), con lo cual se castiga el consumo y por ende no se pueden lograr altas tasas de crecimiento económico que mitiguen el desempleo en hombres y mujeres (cuadro 3 y gráfica 4), limitando las expectativas de más de 50 millones de mexicanos para que superen los niveles de pobreza (Gráficas 5, 6, 7 y 8). La pobreza se encuentra relacionada con la carencia de bienes y servicios para poder cubrir las necesidades humanas básicas (Boltvinik y Damián 2003), en México de acuerdo con los datos se tiene un número elevado de pobres, y por ello consideramos las instituciones por medio de la política económica, debe involucrar estos segmentos de la población, para ser coparticipes de la riqueza que se genera en el comercio.
Los datos que se muestran en el cuadro 2, y que reflejan el comportamiento de la dinámica del PIB en la gráfica 2, consideramos son semáforos amarillos para la política económica, la cual no debe enfocar todos sus esfuerzos, sólo en liberalizar los mercados, sino tener un cuidado de asesoría y acercamiento con los sectores económicos que no logran ser permeados por las oportunidades que brindan los mercados internacionales, en los cuales por lo general sobresalen y prevalecen las actividades que poseen mayor conocimiento y capital, del cual no disponen por lo menos el 46% de los mexicanos que es necesario involucrarlos para que incrementen su riqueza per cápita.
El errático crecimiento en la riqueza de los mexicanos, puede atribuirse a los altos niveles de desempleo que se presentan en la sociedad (cuadro 3 y gráfica 4), de la población económicamente activa que oscila entre los 57 y 59 millones (INEGI 2014), en 2013 el 4.9% se encuentra sin empleo, siendo en número absoluto 2 millones 800 mil personas con dificultades para conseguir un ingreso por no ser requeridos en la estructura productiva. Aquí es donde deben actuar las instituciones para que la política económica genere condiciones entre los diversos sectores productivos que permitan incrementar la riqueza de la sociedad.
Ⅳ. Desempleo y pobreza
Como se ha mencionado, en México la economía logra en promedio un crecimiento de 2.8% de 1990 al 2013, cifra baja comparada con las necesidades que se tienen en el país, en el cual viven más de 50 millones de pobres y 13 en pobreza extrema, además los niveles de desempleo desde mediados de la primera década del siglo XXI, superan el 3% de la Población Económicamente Activa (cuadro 3), mostrando con ello pocas expectativas para mejorar la condiciones de vida de un alto número de mexicanos que no han logrado beneficios de la apertura al comercio internacional.
El desempleo afecta las potencialidades de crecimiento de los países al mantener parte de su población fuera de la estructura productiva, que no tiene posibilidades de incrementar su consumo para dinamizar los sectores económicos. En este contexto vemos que en México existió un 4.9% de población desempleada en 2013, y de más de 5% en 2009, 2010 y 2011 (cuadro 3 y gráfica 4), incrementando la presión para el 46% de la población que se encuentra en situación de pobreza (gráfica 5), que en número absoluto es superior a los 50 millones de mexicanos, mostrando con ello la vulnerabilidad de la política económica que sólo se enfoca en la liberalización de los mercados, y que no ha logrado disminuir el número de pobres con escasas posibilidades de mejorar sus condiciones de vivienda y de consumo.
Para una economía que quiere crecer, es favorable liberalizar los mercados para lograr una mayor competencia, asimismo dentro de esa mayor competencia debe orientarse y prepararse a todos los sectores para acercarse con más conocimiento al mercado, contribuyendo y obteniendo beneficios del mismo. En la gráfica 5, se muestran niveles de pobreza altos en un país con 10 TLC que otorgan facilidades en las transacciones comerciales con aproximadamente 45 países (SE 2014), los acuerdos y la apertura comercial continúan, pero las personas que viven en pobreza moderada y pobreza extrema no disminuyen significativamente, para con ello poder decir que el haber liberalizado los mercados, logró incrementar la infraestructura y la llegada de más empresas transnacionales que coadyuven con la disminución de la pobreza.
Dentro de los aspectos que contribuyen a la pobreza en México, y que esta no logre reducirse, se encuentran la carencia por acceso a la seguridad social, acceso a los servicios de salud, acceso a la alimentación, acceso a los servicios básicos de la vivienda, rezago educativo, así como la calidad y los espacios en la vivienda (gráfica 6), dichas carencias son consecuencia de falta de oportunidades en un segmento de la población que se emplea en la economía informal, así como en actividades relacionadas con el comercio y con pequeños talleres. De acuerdo con datos del INEGI, las personas que se ubican en la economía informal y por lo tanto carecen de prestaciones sociales oscilan entre los 13 y 14 millones, debiendo el estado con sus instituciones generar políticas que favorezcan la apertura, sin descuidar la vinculación de estos segmentos con el mercado para que la apertura contribuya a mitigar la pobreza de la sociedad mexicana.
Consideramos que la pobreza y el limitado acceso a las prestaciones sociales, así como a los servicios de salud, alimentos y vivienda que padece un amplio segmento de la población, es un problema que no puede mitigar por si sólo el mercado con políticas de liberación. Se requiere que el país incremente su PIB, de igual manera el crecimiento se vincule con los sectores menos favorecidos de la apertura, como son la agricultura tradicional, así como las personas con pocos años de estudio. Observando la gráfica 7, el único estado que tiene niveles de pobreza que alcanzan sólo el 20% de la población es Nuevo León, el resto de los estados tienen en su estructura económica a más del 30% de su población en situación de pobreza, teniendo un problema más severo los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, en los cuales más del 60% de su población vive en pobreza, otros estados con una situación crítica por el alto porcentaje de pobreza que tienen son San Luis Potosí, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas, dichos estados también son los que más pobreza extrema padecen en sus territorios (gráfica 8)
El desempleo que acompaña a la pobreza y golpea a más de 50 millones de mexicanos, de los cuales entre 13 y 14 millones se encuentran en pobreza extrema y con dificultades para conseguir un ingreso, vivienda, así como los servicios de salud y educación, entre otros. Dicha población parece haber sido condenada a padecer en la marginación, por el descuido del Estado y de sus instituciones, en diseñar esquemas que les permitan integrarse en la estructura productiva. Si México continúa con bajas tasas de crecimiento económico, seguirá afectando principalmente a los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca (gráfica 8), los cuales necesitan incrementar su infraestructura, así como la capacitación y formación que sustente la competitividad de sus sectores productivos.
Ⅴ. Reflexiones finales
Si México tiene instituciones sólidas, éstas diseñaran políticas y leyes acordes a las necesidades que presente su sociedad y el contexto de la economía internacional. Aceptar y aplicar las normas a todos por igual, crea certidumbre y estimula la realización de actividades que incrementan la riqueza de los países.
De acuerdo con la información y los datos presentados en la investigación, se refleja que México necesita seguir transformando sus políticas para impactar en su estructura productiva, que permitan incrementar el PIB, ingreso per cápita, favoreciendo el consumo y la dinámica de los mercados.
La economía en México en las últimas tres décadas sólo alcanza un crecimiento promedio del 2.8%, cifra insuficiente para dar oportunidades al 5% de la población económicamente activa que no encuentra empleo, e incrementa las cifras del desempleo, fenómeno que afecta la pobreza entre los mexicanos, encontrándose 13 millones en una situación menos favorable porque tienen problemas para conseguir sus alimentos, vivienda y alguna prestación social que los condena a padecer una pobreza extrema, y son excluidos de la cadena de valor que tanta falta hace en el país.
Los tomadores de decisiones en México tratando de mejorar la competitividad y reducir la pobreza, han emprendido a partir del año 2013 un conjunto de reformas en la parte educativa, fiscal, energética y de telecomunicaciones, con el objetivo de lograr una transformación en la estructura de los sectores económicos para hacer crecer la riqueza, dichas reformas para el mes de agosto del año 2014 habían sido aprobados por el Congreso de la Unión. Por lo que se espera lograr beneficios tangibles en la población, durante los años de 2016 o 2018, es decir en el mediano plazo, porque se incrementarán los niveles de capacitación, así como los oferentes que abaratarán el consumo de la energía, dando mayores perspectivas a los sectores económicos para elevar los niveles de competitividad y por ende del ingreso en la sociedad.
Las sociedades al estar informadas y mejor capacitadas, tienen claro que se necesita ajustar o transformar sus instituciones, reglas y normas, que respondan a las nuevas necesidades del entorno de acuerdo con sus avances tecnológicos, por ello consideramos que en México, si las reformas propuestas con sus leyes y normas aprobadas en 2014, son aceptadas y aplicadas a todo el conjunto de la sociedad, el país realmente transitará a un proceso de mayores niveles de competitividad en el cual los niveles de pobreza disminuirán.
Si las leyes y normas se aplican sólo a un segmento de la sociedad como ha ocurrido en el pasado, las buenas intenciones de las reformas se verán opacadas por sus instituciones, que no brindarán la certeza requerida para todos los actores de la sociedad, quitando la oportunidad a la estructura económica del país, para que transite por las autopistas de la prosperidad con mayores niveles de crecimiento y competitividad, condenando con ello las esperanzas de millones mexicanos para que puedan salir de la pobreza y pobreza extrema.
Referencias bibliográficas
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