Institute of Iberoamerican Studies
[ Article ]
이베로아메리카 - Vol. 16, No. 2, pp.189-215
ISSN: 1229-9111 (Print)
Print publication date 31 Dec 2014
Received 09 Oct 2014 Revised 11 Dec 2014 Accepted 19 Dec 2014

Variabilidad y Sistematicidad en los Mecanismos de Traslacin Temporal del Discurso Directo e Indirecto de Aprendientes de ELE Coreanos

SouléMaría Victoria**
Variability and Systematicity in the Temporal Mechanisms Implemented by Korean Learners of Spanish L2 through the Direct and Indirect Speech

Resumen

En este trabajo se examinan los mecanismos de traslación temporal que llevan a cabo aprendientes de ELE coreanos a través del discurso directo e indirecto. Para ello se analiza un corpus constituido por nueve narraciones orales de estudiantes universitarios del grado en Estudios Hispánicos, dichos estudiantes pertenecen a los niveles B1 y B2+ del Marco común europeo de referencia. Los datos obtenidos revelan que desde los primeros niveles los aprendientes son capaces de emplear estructuras de los dos tipos de discurso. Por lo que respecta al discurso indirecto, la interlengua de los participantes se comporta de forma sistemática en cuanto a la temporalidad del verbo regente; sin embargo, la temporalidad de las secuencias reproducidas varía en función del nivel de los aprendientes. Por otra parte, aunque la conformación del discurso directo presenta una mayor variabilidad en el uso de la morfología verbal, es posible observar cierto grado de sistematicidad en la utilización de este tipo de discurso como un mecanismo de evaluación interna.

Abstract

This study examines the reporting temporal mechanisms implemented by Korean learners of Spanish L2 through direct and indirect speech. In order to obtain the necessary information a corpus consisted of nine oral narratives of university students of Spanish is being analysed. These students belong to the B1, B2 and B2+ levels of the Common European Framework of Reference. The results acknowledge that from the first levels, learners are capable of employing the structures related to the two discourse types. Regarding the indirect speech, the interlanguage of the participants behaves systematically in the temporality of the regent verb; however, the temporality of the reproduced sequences varies according to the learners’ level. On the other hand, even though the construction of the direct speech shows a larger variability, it also is possible to observe a certain degree of systematicity in the use of this kind of discourse as an internal evaluation device.

Keywords:

Reporting Mechanisms, Direct and Indirect Speech, Temporal Deixis, Verbal Temporality, Spanish L2

Mecanismos de Traslación, Discurso Directo e Indirecto, Deixis Temporal, Temporalidad Verbal, Español como Lengua Extranjera

Ⅰ. Introducción

Reproducir las palabras de otros forma parte de la comunicación humana. En la didáctica de segundas lenguas la transmisión de mensajes, preguntas, exclamaciones u órdenes suele abordarse a partir de los niveles intermedios. Para la enseñanza del español el Plan curricular del Instituto Cervantes (2006) establece que la instrucción del estilo indirecto o lo que aquí, siguiendo a la RAE y AALE (2009), denominaremos discurso indirecto ha de ser presentado en el aula de forma explícita a partir del nivel B1 prolongándose hasta los niveles más avanzados. Sin embargo, cuando el aprendiente es expuesto a esta instrucción lleva tiempo elaborando sus propias hipótesis sobre la formación de reglas gramaticales que le permitan comprender el funcionamiento de este fenómeno lingüístico, en la medida en que desde el inicio del aprendizaje se ha visto en la necesidad de transmitir aquello que le ha comunicado algún compañero o el profesor.

Partiendo de estas premisas, el objetivo de este trabajo es dar cuenta de cuáles son los mecanismos de traslación en el discurso directo e indirecto que realizan los aprendientes de ELE coreanos a través de una narración oral. En este sentido, nuestro estudio se distancia de aquellas investigaciones centradas en describir el conocimiento que poseen los aprendientes a partir de pruebas diseñadas con un control sobre la producción de los mismos, es decir, a partir de ejercicios de huecos, de opción múltiple o de traducción que, en no pocas ocasiones, terminan confirmando las hipótesis planteadas por el investigador (Shirai 2004). Por el contrario, nuestro interés es analizar el uso no condicionado de la morfología verbal y a partir de aquí conformar una clasificación con las características más representativas del sistema lingüístico que va creando el aprendiente en su trayectoria hacia la lengua meta, especialmente, en cuanto a la deixis temporal proporcionada por las formas verbales con la que los aprendientes construyen su discurso directo e indirecto.


Ⅱ. El carácter deíctico del tiempo verbal

Hace ya cuarenta años que Guillermo Rojo (1974) ponía de relieve la necesidad de establecer las características que describen el tiempo verbal delimitándolo de otros conceptos que suelen aparecer en tratados gramaticales a la hora de describir el funcionamiento del paradigma verbal español. Más de veinte años después Rojo y Veiga seguían insistiendo en que:

Una buena parte de los problemas que presenta el tratamiento del tiempo verbal en la gramática clásica se debe [···] a la falta de distinción entre la noción que los seres humanos tienen del tiempo, la forma que lo conciben y comprenden y las características que la categoría lingüística ‘tiempo’ presenta en una lengua concreta o en las lenguas en general (1999, 2871-2872).

Así pues, es necesario distinguir al tiempo físico del cronológico, al cronológico del lingüístico y a este del verbal. Sobre este último, del que nos ocuparemos en este trabajo, es importante destacar su relación con un punto cero u origen cuyo principal atributo es la movilidad. En efecto, el origen puede establecerse a partir de cada enunciado con respecto al cual un acontecimiento puede ser anterior, simultáneo o posterior. Esta bidirecionalidad mediante la que se ordenan los acontecimientos, no es privativa de los verbos, de ahí que sea necesario distinguir entre tiempo lingüístico y temporalidad verbal1. De este modo, la temporalidad verbal queda caracterizada como una categoría deíctica según la cual los tiempos verbales pueden ser descritos en función de la referencia a algún momento que sólo es posible identificar mediante la relación que establecen con el punto cero, el cual, aunque suele coincidir con el momento en que se realiza la comunicación lingüística, no siempre es identificable con él2.

Desde esta interpretación, las formas del paradigma verbal español pueden ser representadas a partir de relaciones temporales que se contemplan como vectores (V), los cuales, con respecto al origen (O) o con respecto a otra referencia relacionada a su vez con el origen, establecen relaciones de anterioridad (–V), simultaneidad (oV) o posterioridad (+V). De este modo, las relaciones temporales que establecen las formas del paradigma verbal español son las siguientes:

Caracterización de las formas verbales desde la temporalidad verbal

El cuadro 1 permite observar las relaciones temporales en forma de cadena hasta llegar al origen. Estas relaciones se dan a través de un vector primario, que es aquel situado al extremo derecho de cada fórmula, y un vector originario, situado inmediatamente después del símbolo de origen. A su vez, en las fórmulas se ha de tener en cuenta el punto de referencia, el cual puede ser el origen o un punto situado respecto a él. Este punto, según especifica Veiga (2008, 71), es todo aquello que se sitúa a la izquierda del vector primario. De este modo, las formas verbales pueden ser clasificadas según su distribución vectorial en formas monovectoriales, formas bivectoriales y formas trivectoriales.

  • 1. Formas monovectoriales: mantienen una relación simple directamente medida desde el origen:
    Canté : señala anterioridad respecto al origen.
    Canto: señala simultaneidad respecto al origen.
    Cantaré : señala posterioridad respecto al origen.
  • 2. Formas bivectoriales: mantienen una relación de deixis temporal compleja con dos puntos de referencia:
    Había cantado: señala la anterioridad respecto a un momento anterior al origen.
    Cantaba: señala la simultaneidad respecto a un momento anterior al origen.
    Cantaría: señala la posterioridad respecto a un momento anterior al origen.
    He cantado: señala la anterioridad respecto a un momento simultáneo al origen.
    Habré cantado: señala la anterioridad respecto a un momento posterior al origen.
  • 3. Formas trivectoriales: mantienen una relación de deixis temporal compleja con tres puntos de referencia:
    Habría cantado: señala la anterioridad respecto a un momento posterior a un momento anterior al origen.

La aplicación de este modelo temporal para el análisis del discurso directo e indirecto de aprendientes de ELE coreanos nos parece justificada en la medida en que la adopción de otros modelos deícticos presuponen la incorporación de categorías que no siempre resultan adecuadas para la descripción del comportamiento del sistema verbal español, especialmente en su traslado a la didáctica de ELE.

Así pues, rechazamos otros sistemas temporales, como por ejemplo, el elaborado por Reichenbach (1947) y la adaptación para el español llevada a cabo por García Fernández (2013) por varias razones. La primera de ellas es la imposibilidad de distinguir entre las formas canté y cantaba sin recurrir a la categoría de aspecto, categoría que en su aplicación al sistema verbal español termina por solaparse con la de temporalidad verbal sin aportar mayor información que esta última, tal como han puesto de relieve Brucart (2003) y más recientemente Veiga (2011). Por otra parte, ha quedado demostrado en varios lugares (Gutiérrez Araus 1996; Fernández 1997; Güell 2002) que es, precisamente, la categoría de aspecto gramatical o morfológico la que suele ralentizar el aprendizaje de las mencionadas formas verbales, llegando incluso a producir la fosilización de errores en el uso de tiempos verbales como el pretérito perfecto simple o el imperfecto de indicativo. Por último, la rigidez del sistema reichenbachiano, que asigna para cada forma verbal tres puntos de ordenación temporal3, impide, por un lado, dar cuenta del funcionamiento de una forma como había cantado, que desde este modelo precisa de cuatro puntos, y por otro, establece relaciones entre tres puntos incluso allí donde no se verifica más que una relación entre dos, como sucede con canté, canto y cantaré.


Ⅲ. Distinciones pertinentes del discurso directo e indirecto

Como bien es sabido, la transmisión de las palabras expresadas por otros puede llevarse a cabo a partir de dos mecanismos: el discurso directo, en el que se reproduce de forma literal el mensaje enunciado por un hablante, y el discurso indirecto caracterizado por “presentar la voz del narrador. En este discurso se reproducen las palabras pronunciadas adaptándolas al sistema de referencias deícticas del hablante” (RAE y AALE 2009, 43.9c). Ambos discursos requieren, por lo general, la presencia de un verbo introductor, como decir, explicar, opinar o preguntar, por citar alguno de ellos, pero su presencia no siempre se hace evidente en los dos tipos de discurso que estamos analizando. Este fenómeno puede ocasionar ciertas indeterminaciones o ambigüedades. Si bien en la lengua escrita es posible introducir signos ortográficos que permitan marcar la transición, como en (1), la lengua oral carece de estas marcas por lo que el oyente puede no llegar a poseer los instrumentos lingüísticos necesarios para dilucidar si un determinado texto introducido por una predicación representa o no una traslación de las palabras originales del hablante.

  • (1) Me dirigí a la cocina.
    - ¿Qué te parece esto Miguel?
    - El infierno, don Silvio. ¡Qué vida! ¡Dío Fetente!
    Y el viejo, amenazando la altura con el puño, exhaló un largo suspiro, después, inclinó la cabeza sobre el fuentón y siguió mondando patadas. (Arlt, El juguete rabioso).

La aparición de los signos ortográficos en (1) nos permite comprender que nos encontramos ante un discurso directo libre. Por el contrario, en el discurso indirecto libre alternan los centros deícticos que corresponden al narrador y al hablante, lo cual dificulta el establecimiento del origen de las palabras trasladadas, es decir, si éstas han de atribuirse al hablantepersonaje o al narrador de la historia:

  • (2) Entraré, les daré la mano, sonriendo, he venido sólo por un segundo, perdónenme, Teresa mis dos cartas por favor, toma las tuyas, tú quieto Esclavo, hablaremos después, éste es asunto de hombres. (Vargas Llosa, La ciudad y los perros)

Otra característica fundamental del discurso indirecto es su capacidad de introducir fragmentos sintácticos menores a la oración, dando lugar a diferentes tipos de elipsis, como por ejemplo, la omisión de la información verbal:

  • (3) Respondió que dos mil euros.

La estructura subordinada en (3) no puede ser considerada, desde el punto de vista de su estructura interna, una oración. No obstante, es posible clasificarla como un enunciado en la medida en que presenta un discurso reproducido integrado en la oración principal.

Por otra parte, el discurso directo y el indirecto pueden ser distinguidos a partir de los centros deícticos desde los que se evalúa la transmisión del mensaje. Así, mientras el primero de los discursos está orientado desde el narrador el segundo lo está desde el hablante. Esto implica que la información referencial de ambos discursos puede variar en función al centro deíctico con el que esté orientada. Por lo que respecta a la deixis temporal, y más concretamente a las formas verbales, hemos señalado más arriba que los tiempos verbales son expresiones deícticas, determinadas unas veces desde el momento de la enunciación, y otras desde alguna referencia temporal relacionado con él. La sintaxis de la correlación temporal es una consecuencia de esta doble propiedad, que también se manifiesta en el discurso indirecto.


Ⅳ. La correlación temporal en el discurso directo e indirecto

Los tiempos verbales contenidos en el discurso indirecto suelen ser interpretados desde la situación temporal del narrador. Esto implica que la temporalidad verbal denotada por el verbo no siempre puede ser analizada en función de las coordenadas del hablante. De este modo, la temporalidad de tienes en (4) no expresa exactamente aquello que ocurre en el momento de la enunciación sino lo que ocurre en el mundo introducido por el narrador.

  • (4) Me preguntó: “¿Tienes hambre?”.

En el traslado de las formas verbales del discurso directo al indirecto el narrador puede optar por mantener el centro deíctico del hablante, cuando es compatible con el suyo propio, o por sustituir las formas temporales según un proceso de traslación. Este proceso recibe el nombre de consecutio temporum o correlación de los tiempos en el que se produce una relación de dependencia entre las interpretaciones temporales de dos formas verbales si entre sus respectivas oraciones también existe una relación de dependencia o subordinación sintáctica (Carrasco Gutiérrez 1999, 3063). Esto implica, según Carrasco Gutiérrez, que:

Si existe relación de subordinación, la forma verbal subordinada orienta sus relaciones temporales con respecto al tiempo del evento de la oración principal. Por el contrario, si no existe relación de subordinación, las formas verbales de la primera oración y de la segunda orientan sus relaciones temporales de forma independiente con respecto al momento del habla. (2000, 15)

Desde el modelo temporal adoptado en este trabajo (cfr. § 2), consideramos que el verbo de la subordinada puede, pero no necesariamente, estar orientado a partir de la temporalidad de la oración principal. Como bien señala Rojo (1976), en algunos tipos de subordinadas, las acciones de la principal y la dependiente están temporalmente desconectadas, es decir, cada cláusula se orienta independientemente con respecto al origen. Cuando la oración principal está constituida a partir de verbos de lengua del tipo decir se puede obtener una correlación entre las formas verbales como la que presentamos en el cuadro 2:

Alternancia que experimentan las formas verbales en el traslado del discurso directo al indirecto. (Cfr. Rojo 1976, 80)

A partir de lo expuesto pasamos a analizar cuáles son los mecanismos que utilizan los aprendientes coreanos para reproducir mensajes, si existen ciertas desviaciones en cuanto a las posibles combinaciones que se producen en la correlación de los tiempos y de ser así, en qué contextos se produce.


Ⅴ. El estudio

Si bien la conformación de un discurso directo o indirecto tiene unas reglas bien definidas en la lengua española, la lengua de los aprendientes posee unas características propias que nos permiten hablar de una interlengua (IL), la cual, según varios autores, se caracteriza principalmente por dos propiedades, la sistematicidad y la variabilidad.

Sobre la naturaleza sistemática de la lengua del aprendiente se ha afirmado que “el habla del alumno manifiesta el orden y la cohesión propias de un sistema” (Nemser 1971, 53); “la lengua del alumno [···] es sistemática, regular y se la puede describir mediante un sistema de reglas, es decir, tiene una gramática” (Corder 1971, 64); “llamaremos interlengua este sistema lingüístico independiente” (Selinker 1972, 84).

No obstante, la lengua del aprendiente se caracteriza al mismo tiempo por ser un sistema variable: “el habla del alumno [···] está sujeta a una radical reorganización frecuente” (Nemser 1971, 53); “una característica esencial de los dialectos idiosincrásicos en su inestabilidad” (Corder 1971, 66); “aprender una lengua segunda es, para muchos alumnos, la reorganización del material lingüístico de una IL” (Selinker 1972, 92).

Teniendo en cuenta las propiedades descritas de la IL, nos propusimos analizar cómo se reflejan dichas propiedades en la utilización de la morfología verbal para reproducir mensajes.

5.1. Descripción del estudio

Con el fin de establecer cuáles son los mecanismos de traslación que utilizan los aprendientes de ELE coreanos nos hemos centrado en analizar el uso no condicionado de la morfología verbal a través de una narración oral cuyo tópico narrativo es el relato de un viaje realizado por el aprendiente. Para ello hemos diseñado una entrevista semi-estructurada en la medida en que la misma nos ha permitido guiar al entrevistado mediante preguntas orientadas a obtener información sobre aquellos puntos que se está investigando. Sin embargo, este tipo de entrevistas también contempla la desviación del cuestionario inicial ya que los datos que van aportando los participantes pueden ir reestructurando la entrevista si es que dichos datos son relevantes para el objetivo de la investigación (Dörney 2007, 136).

De este modo, entrevistamos a 60 estudiantes del grado en Estudios Hispánicos de la Universidad de Hankuk de Estudios Extranjeros. Los participantes fueron clasificados en cuatro grupos según su conocimiento de la lengua española a partir de los parámetros establecidos en el Marco común europeo de referencia (Consejo de Europa 2002). Así pues, para esta investigación pudimos contar con la participación de 15 estudiantes para el nivel A2, 15 para el B1, 15 para el B2 y 15 para el B2+5.

Ahora bien, de las sesenta narraciones obtenidas, únicamente nueve de ellas contienen estructuras en las que se transmiten las palabras que han sido enunciadas tanto por el propio narrador como por otros hablantes. A su vez, es necesario destacar que sólo a partir del nivel B1 los aprendientes deciden hacer uso del tema gramatical objeto de este trabajo, por lo que no disponemos de datos para analizar los mecanismos de traslación en el nivel A2. En cuanto a la distribución de las nueve narraciones según los niveles de ELE, dos corresponden al nivel B1, tres al B2 y cuatro al nivel B2+.

5.2. Análisis y discusión de los resultados

En nuestro corpus los mecanismos de traslación empleados por los aprendientes de ELE coreanos se llevan a cabo a partir del discurso directo y del indirecto. Tanto el primero como el segundo de ellos tienen lugar en los tres niveles de ELE estudiados, por lo que no es posible atribuir al nivel de aprendizaje la utilización de uno u otro mecanismo. Sin embargo, es posible establecer algunas características específicas para cada tipo de discurso, tal como veremos en las narraciones analizadas.

Por lo que respecta al discurso indirecto, todos los niveles elaboran construcciones con un verbo regente mediante la relación temporal O–V. A su vez, hemos podido clasificar tres tipos de estructuras de acuerdo al nivel de los aprendientes: en el nivel B1 el discurso indirecto se construye a partir de fragmentos sintácticos menores a la oración, en el nivel B2 las subordinadas oscilan entre las relaciones OoV y (O–V)oV, y el nivel B2+ se consolida la aparición de la relación (O–V)oV, tal como puede observarse en los ejemplos (5a-d):

  • (5) a. (E): Y de todo este viaje, ¿hubo algo que no te gustó?
       (P): Ah···mm··· actualmente he visitado Praha, algunos niños me llamaron que china, china es con su reírse, me reírse, me reír. (S1B1)
     b. (P): Y cuando, cuando busqué mi hostel, un hombre me dijo que él sirve, servía para este hostal, pero, pero él me··· él quería dinero para··· para entrar ahí. (S3B2)
     c. (E): ¿Por ejemplo? ¿Qué cosas?
       (P): Bebidas, comida y mi amigo me contó que la entrada en discoteca es muy barata.
       (E): ¿Y fueron a la discoteca?
       (P): No, ahí no. (S4B2)
     d. (P): Es un autobús pequeño, viejo de Estados Unidos como ellos no tienes dinero lo compraron a precio bajo y lo usan para los pobres. Y es un autobús muy pequeño, que está lleno de gente. Yo lo tomé, pero yo casi estaba muriendo···
       (E): ¿Por qué?
       (P): De la presión de la gente. Me dijeron que era muy peligroso pero me mintieron. (S7B2+)

En (5a) la aprendiente del nivel B1 conforma su discurso indirecto a través de una elipsis, más concretamente, a partir de la omisión de la cópula. Se trata de un discurso reproducido integrado en la oración principal. Ahora bien, aunque en la Nueva gramática de la lengua española se reconoce la existencia de este tipo de estructuras, la RAE y AALE (2009, 43.9q) también nos advierten de la inaceptabilidad de este tipo de construcciones cuando se trata de imprecaciones, como en el ejemplo que estamos analizando.

Los dos ejemplos del nivel B2, (5b) y (5c), se caracterizan por la introducción de una forma verbal en la oración subordinada a través de la relación temporal OoV, no obstante, existen diferencias entre los valores funcionales de ambos ejemplos. En (5b) la alternancia entre las relaciones OoV y (O–V)oV, correspondientes a las formas sirve y servía respectivamente, responden a la variabilidad de la IL de este aprendiente junto a un proceso de monitorización (Krashen 1985). Por el contrario, en (5c) la aparición de la relación OoV mediante la forma es, está asociada al denominado “presente habitual” (Gutiérrez Araus 2007, 44), es decir, a la referencia a un comportamiento usual y acostumbrado que no se está desarrollando en el momento de la enunciación sino que su referencia temporal es un lapso de tiempo que se repite como hábito.

Por último, a partir del nivel B2+, ilustrado mediante el ejemplo (5d), se estabiliza la relación temporal (O–V)oV en la IL de este aprendiente dando lugar a la correlación temporal establecida por Rojo (1976)6.

La construcción del discurso directo presenta una mayor variabilidad con respecto al indirecto. En primer lugar dicha variabilidad se manifiesta en el verbo introductor de la secuencia reproducida. Así pues, dicho verbo llega a aparecer en la relación temporal OoV y en O–V, o inclusive desde la ausencia de un verbo introductor, dando lugar a un discurso directo libre. En segundo lugar, la variabilidad también ha quedado reflejada en la temporalidad de los enunciados transmitidos a través del discurso directo en el que se multiplican las relaciones temporales OoV, O–V, (O–V)oV y O+V [M], tal como ocurre en los ejemplos (6a-e):

  • (6) a. (P): Por ejemplo me robaron mi bolsa que yo he tenido muchas cosas en la bolsa, por ejemplo el ordenador portátil o el smartmóvil.
       (E): ¿Y cómo solucionaste esto? ¿Fuiste a la policía?
       (P): Sí, yo fui a la policía pero en India todo el mundo siempre dice: “no hay problema”, por eso no había ningún problema. (S2B1)
     b. (E): ¿Y a tu hermana?
       (P): No. Ella, hasta ahora no quiere memorar.
       (E): No quiere recordar el viaje. ¿Por qué?
       (P): Cuando, cada vez ella recorda esa memoria, todavía tiene miedo.
       (E): ¿Por qué?
       (E): ¿Por qué tanto miedo?
       (P): Porque él, él nos dijo que “quiero matar” en inglés. (S3B2)
     c. (P): Y allí pasamos muy rico porque había muchas familias de su abuelitos y tíos, tías, porque para mí era muy raro porque ellos me dijeron como: “¿Por qué viniste acá?” y yo le dije: “Porque me gustaría conocer la cultura colombiana” y comieron mucho y bebieron mucho hasta morir. (S5B2)
     d. (E): ¿Y en estos días que te visitó tu mamá pasó algo especial?
       (P): Es que lo más interesante es que muchos mexicanos nos preguntan: “¿Ustedes son hermanas?” Así. Por eso, yo le traducí lo que los mexicanos han dicho, mi mamá le gustó mucho. (S9B2+)
     e. (E): Entonces cuando llegué a Argentina, el aeropuerto de Argentina, casi no hablaba nada, entonces pues tampoco no reservé un hostel, un hotel, solo yo sabía dónde estaba el hostel, pero tampoco podía usar mi teléfono porque estaba en Argentina, pues –“¿Qué hago?” –, ¿Qué podía hacer?, y yo explicaba con mi mano o con dibujo algo así. (S6B2)

El ejemplo (6a), perteneciente al nivel B1, presenta un discurso directo construido a partir de la relación temporal OoV, tanto en el verbo introductor como en el de la secuencia reproducida. Esto no puede interpretarse como la superposición del momento de la enunciación y el intervalo temporal denotado por el tiempo de la secuencia reproducida. Por el contrario, el presente de la cita directa todo el mundo siempre dice: “no hay problema”, no expresa lo que ocurre en el momento de la enunciación sino más bien lo que ocurre en el mundo introducido por el narrador, que en este caso es el aprendiente clasificado como S2B1.

En el nivel B2 tiene lugar una gran variedad de relaciones temporales. Si bien en los dos ejemplos citados el verbo introductor corresponde a la relación temporal O–V (dijo, dijeron, dije) la temporalidad de la secuencia reproducida alterna entre las relaciones temporales OoV, O–V y O+V [M]. Así pues, en (6b) nos encontramos con una IL en la que la variabilidad queda ilustrada a partir de la alternancia entre estructuras propias del discurso indirecto y del directo. La irrupción del discurso directo construido desde la relación temporal OoV, él nos dijo que “quiero matar”, parece responder a lo que Silva-Corvalán denomina “un mecanismo de evaluación interna” (1983, 775). En el estudio realizado por la investigadora a partir de narraciones orales de hispanohablantes se pudo comprobar que la aparición de la mencionada relación temporal se produce cuando el narrador describe el momento más dramático de aquello que está relatando. Se trata del llamado presente histórico entendido como el uso de la forma canto para enfocar el proceso narrado desde un centro de referencias que se desplaza retrospectivamente a un momento del pasado, es decir, el presente histórico no coincide con el momento de la enunciación sino que se identifica con un punto situado en un momento del pasado (Veiga 1987).

Es importante destacar que la aparición del presente histórico en tanto que mecanismo de evaluación interna se produce de manera sistemática en las narraciones de nuestro corpus. En todas ellas la relación temporal OoV reproduce de forma literal las palabras vinculadas con el momento más dramático de la narración de los aprendientes, tal como ha quedado reflejado en (6a) y como veremos en las restantes secuencias narrativas.

El segundo ejemplo del nivel B2 es el único que no incorpora la relación temporal OoV para dar lugar al mecanismo de evaluación interna. No obstante, las secuencias introducidas mediante el estilo directo, ellos me dijeron como: “¿Por qué viniste acá?” y yo le dije: “Porque me gustaría conocer la cultura colombiana”, también son precedidas por el momento más dramático de la narración del aprendiente. Esto implicaría que la elección del estilo directo frente al indirecto representa para la IL de los aprendientes un fenómeno que permite lograr determinados efectos estilísticos.

Por último, en el nivel B2+ se repite la misma estructura que en el nivel B1, esto es, el ejemplo (6d) presenta las mismas características que las reseñadas para (6a), aunque también encontramos una importante diferencia en la secuencia narrativa de (6e). En efecto, en este último ejemplo se puede observar la introducción del discurso directo libre (RAE y AALE 2009, 43.9d), caracterizado por la ausencia de verbos de lengua o pensamiento, así como de otras marcas lingüísticas que separen el texto que corresponde al narrador del que pertenecen a los hablantes, que en este caso coincide con el narrador pero a través de un centro deíctico diferente. Y del mismo modo que en todos los ejemplos analizados para el discurso directo, la introducción de la secuencia reproducida, pues “¿Qué hago?”, tiene lugar en el momento más dramático de la narración del participante S6B2. Obsérvese también la reestructuración del centro deíctico que establece el aprendiente al emplear a continuación la relación temporal (O–V)oV, ¿Qué podía hacer?, en consonancia con las otras formas verbales utilizadas en su discurso.


Ⅵ. Conclusiones

El análisis de las narraciones orales de aprendientes de ELE coreanos ha revelado que la IL de los participantes estudiados manifiesta unos patrones de desarrollo en cuanto a los mecanismos de traslación temporal, tanto del discurso directo como del indirecto. Hemos destacado que, si bien no es posible atribuir al nivel de aprendizaje la utilización de uno u otro mecanismo, ya que desde el nivel B1 los aprendientes son capaces de transmitir la información recibida a través del discurso directo y del indirecto, existen, al mismo tiempo, características específicas que se manifiestan a medida que el aprendiente avanza en su conocimiento de la lengua meta.

En cuanto al discurso indirecto, hemos observado que todos los niveles elaboran construcciones mediante un verbo regente en la relación temporal O–V. Sin embargo, existe una variabilidad en la IL de los aprendientes por lo que respecta a los tipos de estructuras empleadas para introducir las secuencias reproducidas, las cuales en los niveles más bajos son construidas con fragmentos sintácticos menores a la oración, pasando por subordinadas que, mediante un proceso de monitorización, oscilan entre las relaciones OoV y (O–V)oV, hasta llegar a consolidación de la relación (O–V)oV.

La variabilidad de IL de los aprendientes es aún mayor en la conformación del discurso directo. En primer lugar dicha variabilidad ha quedado reflejada en el verbo introductor empleado en las relaciones temporales OoV y O–V, como así también a través del discurso directo libre. En segundo lugar, la variabilidad se ha podido observar en la temporalidad de las secuencias reproducidas mediante las relaciones OoV, O –V, (O–V)oV y O+V [M].

Ahora bien, a pesar de esta aparente inestabilidad en la IL de los aprendientes en cuanto al uso de la morfología verbal, hemos podido constatar que existe una sistematicidad en la utilización del discurso directo por los aprendientes de todos los niveles de ELE estudiados. En efecto, los aprendientes hacen uso del discurso directo cuando introducen en su narración una secuencia relacionada con el momento más dramático de aquello que están relatando. Este fenómeno, al que hemos denominado “mecanismo de evaluación interna”, ha quedado ilustrado mediante el desplazamiento del proceso narrado hacia un centro de referencias situado en un momento del pasado, lo cual da lugar a una ruptura con el momento de la enunciación en tanto que centro deíctico desde el que se establecen todas las relaciones temporales.

Acknowledgments

* This work was supported by Hankuk University of Foreign Studies Research Fund of 2014.

Notes

1 La temporalidad lingüística hace referencia a las relaciones temporales propias de los elementos lingüísticos, no necesariamente verbales, como por ejemplo la que establece la expresión la víspera de mañana, donde se indica un momento3 es anterior a otro momento2 que es posterior al día que nos encontramos.
2 El desplazamiento del origen respecto del cual se orientan temporalmente los procesos verbales puede producirse en varias situaciones. Rojo y Veiga (1999, 2889) ilustran este desplazamiento en las situaciones epistolares en las que el “ahora” del emisor conforma el pasado del receptor y el presente de este es el futuro del emisor.
3 Los tres puntos sobre los que se construye el sistema temporal reichenbachiano son: el punto del habla (H), el punto del evento (E) y el punto de referencia (R). El primero de ellos es entendido como el momento en el que se produce el acto de habla, el segundo permite situar al evento enunciado en una posición de la escala temporal y el tercero localiza un evento no sólo respecto al acto de habla sino también en relación con uno u otros eventos (Reichenbach 1947, 288).
4 [M] representa el valor modal añadido que adquiere la forma cantaría cuando sufre un proceso de dislocación. Por dislocación temporal interpretamos, siguiendo a Rojo y Veiga (1999, 2894-2895) “el mecanismo mediante el cual las formas que, empleadas conforme a sus valores temporales rectos, expresan alguna relación básica que incluye un vector de posterioridad adquieren, cuando son empleadas para expresar simultaneidad, un valor adicional de incertidumbre que no poseían inicialmente [···] Un segundo caso general de dislocación afecta a determinadas formas verbales en cuyo valor recto interviene algún vector de anterioridad [···] para convertirse en una relación de simultaneidad directa al origen.” Con respecto al condicional simple, el primer caso de dislocación puede ilustrarse mediante el siguiente ejemplo: “En aquel momento tendría treinta años” y el segundo caso de dislocación mediante: “Si no se hubiera producido el cambio climático anunciado, en estos momentos llovería en toda la Península”.
5 Para la clasificación de los participantes en estos cuatro niveles se tuvieron en cuenta varios criterios obtenidos a partir de una encuesta y un examen parcial: en primer lugar, que los participantes hubieran cursado de forma correlativa las asignaturas de gramática de español nivel inicial e intermedio y también de conversación en español de los niveles inicial, intermedio y avanzado. En segundo lugar, se descalificaron a aquellos estudiantes que hubieran tenido acceso a cursos de español previamente a su ingreso a la universidad, ya sea en el bachillerato o en un instituto de lenguas. En tercer lugar, tampoco se aceptaron participantes que hubieran residido en un país hispanohablante por un período prolongado de tiempo. Por último, una vez seleccionados los participantes que cumplieran los requisitos previos a partir de los datos proporcionados por la encuesta, se tuvieron en cuenta los resultados obtenidos en los exámenes parciales de las asignaturas de conversación mencionadas.
6 Véase cuadro 2.

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<Cuadro 1>

Caracterización de las formas verbales desde la temporalidad verbal

Fórmulas vectoriales de Rojo y Veiga (1999) Denominaciones de la RAE y AALE (2009) Formas verbales
O–V Pretérito perfecto simple canté
OoV Presente canto
O+V Futuro cantaré
(O–V)–V Pretérito pluscuamperfecto había cantado
(O–V)oV Pretérito imperfecto cantaba
(O–V)+V Condicional simple cantaría
(OoV)–V Pretérito perfecto compuesto he cantado
(O+V)–V Futuro compuesto habré cantado
((O–V)+V)–V Condicional compuesto habría cantado

<Cuadro 2>

Alternancia que experimentan las formas verbales en el traslado del discurso directo al indirecto. (Cfr. Rojo 1976, 80)

Temporalidad de las formas en el estilo directo OoV O–V O+V (O–V)oV (OoV)–V (O–V)–V OoV/ O+V [M]4
Temporalidad del verbo regente CANTO CANTÉ CANTARÉ CANTABA HE CANTADO HABÍA CANTADO CANTARÍA si···
DICE OoV canta cantó cantará cantaba ha cantado había cantado cantaría
DIJO O–V cantaba había cantado cantará cantaría cantaba había cantado había cantado cantaría
DIRÁ O+V cantaba cantó cantará cantaba ha cantado había cantado cantaría
DECÍA (O–V)oV cantaba había cantado cantaría cantaba había cantado había cantado cantaría
HA DICHO (OoV)–V canta cantaba cantó cantará cantaría cantaba ha/había cantado había cantado cantaría
HABÍA DICHO (O–V)–V cantaba había cantado cantaría cantaba había cantado había cantado cantaría